Te visito cada noche para contarte mis miserias y, durante unas horas, te hago saber que tus demonios también son los míos. Pero tarde o temprano te irás y me dejarás solo en este infierno. Inténtalo, tú que puedes. [FIC HERMANO DE "Mientras duermo", de MrsDarfoy].

A Hermione no le importaba demasiado lo que hubiera debajo del árbol. Su mejor regalo era él, Draco Malfoy.

Dos enemigos íntimos, dos bandos distintos y una guerra.

A tan solo dos semanas de la graduación, Pansy Parkinson y Hermione Granger deciden dejar a un lado sus diferencias para ayudarse mutuamente en un objetivo común: conseguir que el mejor amigo de la otra se fije en ella de una vez por todas.

Hermione esperaba un futuro junto a Ron y Draco no podía permitir que alguien descubriera su aventura con ella. El objetivo era simple: No enamorarse. ¿Cómo podían ser tan estúpidos como para arruinarlo todo?

Draco Malfoy sabe que tiene que hacer algo cuando se aproxima el día de Navidad y todavía no le ha comprado nada a su novia. Sospecha que Potter tampoco tiene ni idea de qué regalarle a Pansy, y aunque Draco no lo soporta, su eterna enemistad se ve amenazada cuando toma una decisión radical: hacer un trato con él para conseguirle a Hermione el mejor regalo de Navidad. (Trato Hecho)

Hermione no podía hacer otra cosa que agradecer a Ron por los buenos años. Después de haberle enseñado el significado del amor, la paciencia y el dolor, la mujer esperaba los que vendrían con entusiasmo.

Tras ser declarado inocente de todos los cargos que se le imputaban después de la guerra, Draco Malfoy siente la necesidad de alejarse de todos por un tiempo. Lo único que quiere es volver a encontrarse a sí mismo, pero unos años más tarde su retiro espiritual se ve interrumpido por unos pequeños e inesperados toques en su puerta.

Algo tan delicado como el amor estuvo destinado al fracaso desde el primer instante en el que un par de adolescentes quisieron descubrirse por primera vez.

Él solo quería beber su té de por la mañana tranquilamente. De verdad, él solo quería seguir leyendo el periódico.

Draco observó con impaciencia mal contenida cómo levantaba una mano para tocarlo. Ansiaba sentir la calidez de su piel contra la de su mejilla… pero la dejó suspendida en el aire, a unos centímetros de su rostro. ¿Por qué le hacía eso? ¿Acaso solo había venido para hacerle sufrir?

—¿Por qué no me buscaste? —preguntó Hermione. Draco frunció el ceño ante sus palabras. —Ya eras de otro hombre. —Yo siempre he sido tuya.

No, no sabían que era eso. Él no tenía ni idea de por qué parecía derretirse cuando lo miraba de esa forma, ella no encontraba respuesta a por qué sus caricias le hacían perder la noción de todo lo que pasaba a su alrededor. Pero una cosa era segura: no permitirían que nadie les dijera que estaba mal. No podía estar mal algo que se sentía tan endemoniadamente bien.

Su risa reflejaba lo feliz que estaba por haberlos conocido. ¿Acaso no era ese el propósito de la vida? Nacer, marcar, morir. Llorar de risa. Reír de llanto.

—Te he echado de menos —dijo ella, en un susurro casi inaudible. —Nadie ha extrañado nunca a alguien como lo he hecho yo contigo —respondió él.

Debía callarse. Tenía que hacerlo pronto o los sorprenderían en aquel cuartucho de mala muerte, y si lo hacían, estaba completamente seguro de que ella lo delataría, descubriría su plan a todo el castillo... debía callarse, pero no parecía querer colaborar. —Cállate —le ordenó él. —¿O qué? —exclamó ella.

Los mortífagos han sido llamados de urgencia por el Señor Tenebroso. Tiene algo muy importante que comunicarles, algo que les dejará sin habla. Algo un poco loco. *Para Nasu*

Vuestras lenguas parecen pelear en vuestras bocas lo que vosotros no sois capaces de combatir en la cama. Pero vuestro último año está a punto de acabar, y sabes que ninguno quiere irse a casa sin probar al otro un poco más a fondo.

—¡Dime qué ves! —preguntó ella por enésima vez. —¡A ti! —respondió el rubio a voz en grito.

Alice no recordaba haber tenido a Neville pero, al parecer, de una u otra forma, seguía muy presente en su vida.