Los Black no tenían la oscuridad solo en su apellido, la llevaban en la sangre, la obtenían en la locura que les traía la noche.

La verdad siempre estuvo ahí afuera y pronto todos podrían verla. Secuela de 'Entre hilos'

Leopardos... Rápidos y feroces. Listos para atacar. Uno debería sentirse asustado a su lado, en cambio, Potter parecía aliviado de tenerlo cerca.

Tienes que decidir si te quieres enamorar del presente, o si te vas a ir con mi pasado.

Los incubus son pasión fuerte, diversión, seducción... los veelas, más que seducción, son amor.

Él había hecho dos promesas, que llegaría un día en que necesitarían ayuda y slytherin no se las daría; y que su reino no atacaría al suyo solo por un compromiso fallido. Y Harry no sabía que hacer con ellas.

Y entonces, cientos de papeles volaron en forma de pequeños aviones de papel. Cada uno con un mensaje.

Si llegarás a construir 1000 grullas de papel, tu deseo se hará realidad.

Básicamente era culpa de Harry. Él había dicho. 'Desearía que jamás me hubieras conocido, Malfoy' y entonces su deseo había sido concedido.

Cuando hay dos lunas el mismo mes, encontrarás una luna azul.

Harry parpadeó sorprendido cuando frente a él apareció aquella magnifica estructura. Una cafetería simple pero elegante que jamás había visto. El letrero de madera colgaba un simple 'El café de los corazones rotos'.

Iré a cualquier lado, donde sea, siempre que estés conmigo.

Porque, por un instante, Harry Potter deseó que aún pudiera ver ese hilo rojo a su alrededor. Secuela de Careless Love.

Porque él egoístamente deseaba para el otro su final feliz.

Cuando Harry sopló las veelas, rodeado de las personas que más quería, solo pudo desear una cosa.

Porque los dioses romanos tenían dones, y Draco tenía algunos de ellos.

Porque Lucius había manipulado todo, de tal manera que su heredero y el de sus amigos, fueran a la misma casa. Aún sabiendo que ellos eran quienes unirían las cuatro.

Ven, vamos a quedarnos aquí

Afuera todo era frío y helado. Pero dentro del nido que el otro había hecho solo se podía escuchar la respiración de uno y el sonido de la tormenta de nieve.

No sabía que le molestaba más, si el ministro o su secretario. En definitiva, el secretario.