Luna Lovegood es un personaje muy particular. Y como tal, tiene su propia mirada del mundo que la rodea. Cinco historias que muestran una pequeña parte de ese mundo.
Es el cumpleaños de Remus. Lejos de estar alegre por la fecha que acontece, no puede hacer más que pensar en un futuro diferente y recordar a un amor todavía presente.
Molly Weasley aprende algo diferente con cada uno de sus hijos. Nunca deja de aprender a ser madre.
Sybill Trelawney predice cada año la muerte de un alumno diferente. Ahora es el turno de Draco Malfoy.
Hace tiempo que Fabian se comporta de forma extraña. Se abstrae en sus pensamientos mientras se queda mirando a un punto fijo en el vacío, balbucea palabras incoherentes cuando está dormido, se ausenta regularmente a las últimas clases y esquiva las preguntas inquisitivas de Gideon cuando le pregunta qué le sucede.
Ambos sabemos que él volverá. Tenemos que aguardar. Solamente aguardar. Nos encontramos en la misma pesadilla pero nosotros lo vemos como un dulce sueño llamado realidad. La soledad crece con púas a nuestro alrededor. Nos consume, altera y enloquece. Definitivamente, Azkaban está acabando con nuestra cordura. ¿No lo crees?
El demonio ya no te espera dentro del armario, ni debajo de la cama. El demonio se encuentra a tus espaldas, impaciente clama por cortarte las alas y prohibirte emprender el vuelo a la libertad. El demonio se burla irónico de tu juventud, inocencia y poca experiencia. El demonio quiere torcerte el cuello y hacer añicos tu vida entre sus putrefactas manos.
Ya no son Gred y Feorge. Ahora eres George a secas. Solamente George. Eres ese muchacho que no siente que sea el día de su cumpleaños. Eres ese muchacho que no sabía lo qué significa estar solo hasta que lo pierdes. Es tu cumpleaños número veintiuno y te preguntas: ¿dónde está mi otra mitad?
No te agrada la posibilidad de un invierno eterno, pero en Azkaban descubres que el ciclo de las estaciones no sigue su curso natural.
Hugo es un torbellino de sensaciones que arrasa con la cordura y la sensatez a su paso, dejando una estela de incertidumbre y desazón. Hugo es un mar de deseo prohibido que invita, abraza y sumerge, hasta condenarte al irremediable infierno de lo incorrecto. Dedicado a Erly.
Ellos lo dieron todo. Lucharon hasta el final, pero existen ocasiones donde todo no es suficiente.
Frunces el ceño y sueltas un bufido. No te gusta que repare en esos detalles tan insignificantes. Detalles que los demás pasan por alto, excepto yo. Quizás, es porque el resto del mundo no te completa del mismo modo que lo hacen mis ojos.
Todos somos adictos a algo. Algunas personas son adictas a sumergirse en la más intensa lectura, a la soledad que puede brindar una habitación a oscuras, a la sensación de saciedad que puede dar la comida o a sentir el beso gélido del invierno en las mejillas. ¿A qué soy adicta? Soy adicta al amor. O mejor dicho, a la noción infantil que tengo del amor. Para: Tooru.
Al contrario de la mayoría de libros, donde los villanos terminan siendo el héroe de turno. Ellos, son realmente lo que parecen.
Pintemos un recuerdo para tu larga agonía guardar. No te resistas, querida. Sabemos que tu estadía en la corte real acaba de terminar y tu vida a otro plano debe pasar. Todas las piezas son reemplazables. Descuida querida Margaery, nadie tu ausencia notará.
Desembarco del Rey es una cama de mentiras. Puede que haya cojines rellenos de plumas de ganso y perfumados con aromas de Myr, pero debajo del colchón solamente encontrarás veneno. Veneno y desgracias. Solamente Olenna parece conocer la verdad.
Dicen que la tormenta es capaz de apagar el fuego. Pero, existen ocasiones donde el fuego no se puede apagar ni con la más torrencial de las tormentas. El fuego valyrio no es capaz de ser derrotado como los demás fuegos, ya que arde por encima de cualquier otra sustancia. Loras es fuego valyrio y yo, una simple tormenta de verano.
Tengo la felicidad a un palmo de distancia. Lo único que tengo que hacer es estirar mi mano y descansar de tanta tristeza.
Puede que tus putas endulcen tus oídos y te complazcan en el lecho, pero yo no soy como ellas. A mí no me impresiona tu sonrisa galante, tus ojos de ónice y tus palabras mortíferas. Y eso es lo que tanto te enfurece. Sabes que no puedes tenerme del modo que deseas y por eso te empeñas en tratar de derribarme. No podrás acabar conmigo, Oberyn Martell.
Khal Drogo se encuentra en Dorne y Oberyn cada vez le desea más y más. Dedicado a Erly.