La guerra ha terminado, Voldemort finalmente ha perecido. Harry desea tomar el Expreso de Hogwarts una última vez para poder recordar esos momentos de felicidad, incertidumbre y nerviosismo que había sentido en el tren con el paso de los años. Mirando a lo lejos el castillo, se alegra de estar acompañado como siempre por sus dos amigos, Ron y Hermione. Siempre han sido su apoyo.
Snape recuerda la forma en la que James le pidió salir.
Teddy entra a Hogwarts como ayudante de herbología y DCAO para coger un poco de experiencia y conseguir un poco de dinero para pagar sus estudios como auror. Toda su vida cambia el día que comienza a salir con Dominique, solo que no a mejor.
La vida en común de James y Lorcan tienen una larga vida en común llena de momentos, unos más interesantes que otros, unos más bonitos que otros, unos más románticos que otros, pero que les hizo crecer como pareja y tener una completa complicidad entre ellos. ¿Te lo vas a perder?
Hogwarts, como cualquier internado, es duro porque tienes que combinar vivir solo y tener gran parte de tu propia responsabilidad con estudiar y, en ocasiones, con algún club extraescolar. Pero, como todo, tiene cosas buenas. Quizá la más significativa es que no está tu madre para avergonzarte todo el tiempo.
Draco Malfoy y Harry Potter, 40 años, trabajando en la oficina de aurores cuando llega el periódico. Esto no sería algo fuera de lo común de no ser por la portada que traía ese día el Profeta, algo que posiblemente haga temblar la sociedad mágica.
Diez años han pasado desde la muerte de su esposa, Astoria; James, su nueva pareja, es el único que parece poder animarlo en una fecha tan trágica.
Esa frase salía de los labios del primogénito de los Potter cada vez que acorralaba a Scorpius contra una pared de un escobero de Hogwarts y le poseía; no era miedo a Albus o a ser descubiertos, era más bien una mezcla de amor por su hermano y morbo por tener un secreto como ese que en cualquier momento podía ser descubierto.
Todas las personas y parejas tenemos una serie de rutinas, acciones que realizamos una y otra vez según en qué momentos; las parejas no son una excepción, como Rose y Lilu que sienten su lívido subir al máximo al estar en un ascensor, hasta el punto de no importarles quién se encuentre allí.
Después de muchos años de adolescencia con tensión por parte de ambos, finalmente deciden batirse en un duelo para acabar con todas las diferencias y poder llevarse todo lo bien que el par puede. Aunque la cosa no sale exactamente como ellos desean.
James no había sido el mejor amigo de Scorpius anteriormente ni mucho menos, pero tiene la suerte de que el joven sea comprensivo y tierno y le ha perdonado.
Draco y Harry tienen una larga vida en común llena de momentos, unos más interesantes que otros, unos más bonitos que otros, unos más románticos que otros, pero que les hizo crecer como pareja y tener una completa complicidad entre ellos. ¿Te lo vas a perder?
Distintintas generaciones, distintos lugares y distintas parejas pero algo en común, algo excitante, morboso pero a la vez algo asqueroso en común: las preferencias sexuales atípicas. Y es que Hogwarts no es sólo un colegio de magia, también es un criadero de adolescentes hormonados y sexualmente muy activos.
Se dice que si escuchas atentamente, en el momento más tranquilo después de una noche de pasión con un Weasley, puedes escuchar el sutil rugido de un león.
Porque por mucho que lo intentes, el alcohol no siempre acaba con la soledad y el dolor.
Porque a veces, no queda más que callar.
Los mejores amigos son aquellos que están en los mejores momentos y en los peores, en las duras y en las maduras, aunque James sin duda prefería estar en las duras.
La primera cita de James y Draco no va precisamente como ellos lo planearon, pero eso no significa necesariamente que haya salido todo mal.
Porque a veces lo mejor del whisky no es la bebida en sí, sino el recipiente donde lo disfrutas.
Teddy tiene que marchar a Hogwarts para realizar sus estudios de magia, pero antes de hacerlo decide hablar con James para que se quede cuidando del pequeño lobito de peluche que le regaló Harry cuando era pequeño.