El amor era aterrador… Y Koumei estaba profundamente enamorado de su hermano mayor. Incesto, Yaoi. EnMei
Los primeros dos años eras demasiado bueno conmigo, pero de la misma manera eras estricto, hacías que llevara mis cuadernos para revisarlos, siempre, siempre intentando que yo mejorara en todo lo que pudiera; no sabes cuánto te agradezco por ello, he mejorado como persona y como amigo, al final me mostraste que la lealtad es buena para la vida. SinAli
Fría, como el invierno que dejaba caer su velo blanco sobre la ciudad la noche anterior, la soledad sería su eterna compañera. Sin salida, en aquel cuarto cargado de recuerdos ajenos, de objetos que no le pertenecían, ahogado en un aire que no era suyo. Pero… ¿Qué lo era? Sphintus x Titus
Tenía algo que lo hacía ceder, algo que le hacía obedecerle sin chistar palabra. Algo que le atraía tanto como para cumplir todos y cada uno de sus caprichos. Drable.Yaoi, KassimxAlibaba.
Siempre la observaba con admiración. Tan fuerte, tan bella, tan grácil a moverse. No podía evitar ponerse celoso cada que ella sonreía para alguien más. La amaba, deseaba ser el dueño de cada una de sus sonrisas, de cada uno de sus suspiros.
Porque todo valía la pena, si antes de que volviera a amanecer, un suave beso uniera su agonía, y les diera fuerzas para otro días más, amarse en las sombras.
Son pocas las palabras que puedo decir para rememorarte, mi corazón no es capaz de describir a la perfección cada momento pasado a tu lado, por eso, Kassim, me disculpo. Pero aun debes saber, cuanto te amo. [YAOI]
Por que la felicidad que Titus había deseado con tanto recelo al fin la tenia y jamás dejaría que esta se escapara de sus manos y estaba seguro que Sphintus tampoco lo haría. Era su utopía y nadie se las podría arrebatar.
Un suave gemido salió de sus labios, sintiendo como poco a poco sus sentidos se perdían en aquel abismo de pasión y amor que él mismo había buscado, deseaba desde el fondo de su ser tocar fondo y jamás salir de ahí. Se sentía encadenado, pero a diferencia de lo que muchos pudieran pensar el mismo joven de cabellos platinados se había puesto las cadenas.
–Ni siquiera me dijo su nombre. –murmuró, soltando un gruñido. Iba a entrar de vuelta cuando un pequeño destello llamo su atención. Una hermosa zapatilla de lo que parecía ser de cristal, yacía abandonada en uno de los escalones del lugar. Bajo, tomándola entre sus manos. Era demasiado bella. –Es de esa hermosa dama.
Es una princesa, la flor terrestre mas hermosa que haya existido en aquel mundo, y en el suyo también. Ella. Ella tiene que ser suya. No importa como, no importa porque. Su corazón lo sabe, que si no esta ella, no estará finalmente completo.
– ¡Atrápame, Alibaba–Kun ! –Canturreó el menor para lanzarse rápidamente a los brazos de su amigo. El rubio lo atrapó y por la euforia del momento sellaron sus labios en un cálido beso.
"¡Este bastardo va a violarme!" advirtió rápidamente. Es tratar de escapar sólo empeoraría la situación, pero no quería ser profanado por ese tipo, ¡Lo partiría por la mitad! "Dios, si existes, ¡AYUDAME!" imploró desde lo más profundo de su corazón.