En algún lugar, en algún tiempo, podrían haber estado juntas, tal vez tras el arcoíris, donde sus sueños podían haberse hecho realidad.
Era un regalo de inicio de verano, aunque esta fuese una estación como todas las demás.
Podría haberse alejado cuando vio a los animales a lo lejos, pero él era Oliver Wood. El que sobresalía en cada deporte que practicaba y había nacido montando en escoba. Rendirse no era una opción.
Era una verdad universalmente conocida que un Scamander debía acabar en Hufflepuff y así perpetuar la tradición que había sido comenzada hacía generaciones.
Porque al fin y al cabo esos momentos eran una buena razón para querer seguir viviendo.
¿Qué podía hacer una vieja squib como ella? Solo observar sin descanso
Emmeline quería volver al principio, quería volver al tiempo donde todo eran risas y bromas y cuando su mayor problema eran las miradas de desagrado que le dedicaban sus compañeras de habitación.
Y Shion seguía asomándose y mirando a la oscuridad, esperando ver algún reflejo o algún signo de que realmente no se había ido.
Hori tenía un problema y este tenía nombre y apellido y era: Yu Kashima
Matt no tiene ni idea de lo que le pasa a Mello, pero sabe que es algo y va a conseguir que se lo diga.
El agua fluía entre ellos, cuando nadaban solo eran ellos dos, se olvidaban del resto del mundo. Pero solo había un problema, no eran Rin y Haru
Lisa solo quería que Twelve volviese, que apareciese delante de ella con su moto y su sonrisa, no pediría más.
Tres son los momentos que dejaron marca en la mente de Lizbeth para nunca irse, tres que la hicieron reconsiderar todo su mundo, aunque podría resumirlos en ella.
Ese edificio no estaba construido para albergar la felicidad, ni siquiera las habitaciones bajas que estaban llenas de luz, solo era lugar para mentes atormentadas y almas sin un lugar adonde ir.
Miles estaba seguro de pocas cosas, pero de lo que estaba seguro era de que su padre nunca se equivocaba, por mucho que dijesen sus amigos
Michael está bien, bueno, al menos está mejor que antes, puede que este sea un momento para empezar de nuevo
Adrian quiere volver a ver y Michael ha encontrado una manera de que vuelva a hacerlo.
Voldemort vivía bien, estaba instalado en la cabeza de Ginny Weasley, allí tenía todo lo necesario para vivir excepto una cosa. Porque la vida de un confeti no es fácil y menos sin su batamanta felina
Susan odia la Navidad y los regalos, tal vez haya algo que le haga cambiar de opinión
Porque ella era especial, con lo cual necesitaba un regalo especial