Labios rojos y camisola verde, es una chica cualquiera en un día no tan cualquiera. Fin de año y los mortífagos deciden no celebrarlo en casa.

“Érase un vez un gnomo de jardín que salió a buscar hierbabuena...” Molly se aclara la voz y mira al corro de enanos pelirrojos que tiene a su alrededor. Todos atentos, esperando ese cuento que tantas veces han escuchado ya. Nunca se cansan.

Quién diría que acabarían así. Juntos y revueltos, sudados, pegados. Son todo mechones rojos y rubios que no se sueltan y pieles blancas, inmaculada la del uno salvo la eterna mancha oscura, llena de pecas la otra. Regalo para Joanne.

Ginny está embarazada y quiere calcetines para la nariz. Harry sólo puede reír y tirar de su bufanda para acercarla más a él. Y besarla, claro. Eso siempre. Harry/Ginny.

Hace ya muchos años que está al servicio de Lord Voldemort, pero sigue siendo el mismo. Unas cuantas arrugas más, unas cuantas menos, qué más da, se recuerda mientras le lava los platos a Snape. Él por lo menos sigue vivo. Peter Pettigrew. Para Nasirid.

Ginny se pregunta como fue que a Draco Malfoy se le ocurrió divorciarse de su esposa y Astoria piensa lo mismo de ella. A ninguna de las dos le sabe mal, pese a todo, porque eso les ha abierto nuevos caminos. Regalo para dark Rachel.

Hay noches en las que Ginny no puede dormir, asfixiada por los recuerdos de ese pasado lleno de tinta y largas noches escribiéndole a un diario de tapas desgastadas encuadernado en piel. Regalo para Nott Mordred. Ginny/Tom. Ginny/Harry más que implícito.

-Entonces prometo no volver a repetirlo, ya sabes que mi fidelidad no puede estar en tela de juicio -le dijo el traidor a la más devota seguidora. El humor Black le hace honor a su apellido. Bella/Reg. Están todas las advertencias que he conseguido meter.

Peter siempre ha pensado que Sirius era raro. Raro de no tener límites para nada y reír con la boca muy abierta, la cabeza hacia atrás, enseñando el cuello. Ese tipo raro que todos envidian porque saben que ser así es como un regalo de los dioses. S/R.

Hermione es suya, no hay discusión alguna sobre ese punto. ¿Por qué, entonces, Viktor Krum -Vicky para los amigos- consigue que casi explote de la rabia contenida y que se pase noches en vela cada vez que llega una carta suya a Grimmauld Place? Crack!fic.

Rugidos de un león furioso que hacen tambalear paredes y los siseos de una serpiente con una lengua demasiado venenosa para ser legal, es lo único que tienen. Demasiado fuego, demasiado hielo, demasiados malentendidos que no pueden solucionar. Draco/Ron.

Te levantas y sabes que algo gordo ocurrirá hoy -y no, no es que tu madre se entere de que le has estado cogiendo el perfume a escondidas-, así que te pones la falda de los domingos y te sientas a esperar, sintiendo ese cosquilleo en la punta de los dedos

Rojo, amarillo, blanco y negro son los cuatro primeros, y luego son seguidos por unos cuantos más hasta llegar a sumar diez: Diez momentos, diez escenas, diez imágenes en la vida del eterno auror Alastor Moody. Drabbles independientes en un sólo capítulo.

Y es allí, justo allí, cuando empieza el declive. No antes, no después, nunca en otro lugar. Allí, en el dormitorio de los chicos de Sexto año de Gryffindor, una tarde calurosa y algo húmeda. Sirius/Lily/Peter.

En las nubes, es donde siempre están ambas. La una encaramada a su escoba, surcando los aires. La otra, encerrada en su torre, casi tocando el cielo con esas uñas largas. Bastante femslash, mucho crack!fic.

Narcissa es una chica con clase, educada. Lo mínimo que puede hacer es devolverle las atenciones a ese Potter un par de años menor, de ojos grandes y pelo despeinado. Con una lengua demasiado activa. James/Narcissa.

Todos conocen el plan a la perfección: entrar, preguntar, salir. Algo de lo más simple hasta que todo se tuerce. Aparecen los aurores y la cordura desaparece, se pierde toda esperanza. Esa noche, mueren los últimos brotes de un Imperio en decadencia.

Cuando Hannah y Neville se dispusieron a arreglar el viejo Caldero Chorreante, lo último que les importó fue el poco apoyo que recibieron de la familia de ella al elegir los manteles -blancos, inmaculados- para la posada. Hannah/Neville.

Todos saben que son amigas. Que gustan de beber y chillar a las tantas de la noche y que cuando alguien dice "La Señora Gorda" delante de Violeta esta le reprende con veheméncia, comunicándole a gritos que su amiga no es más gorda que Sir Cadogan cuerdo.

Regulus sólo puede pensar en que nunca se equivocó al juzgar a su hermano. Le gustan fieros, salvajes, de los que mantienen un duelo constante. Segundo a segundo, minuto a minuto. Slash. Regulus/Remus. Sirius/Remus implícito.