Summary
Su réplica hace suspirar a Himuro que pese a su desilusión sonríe. Seguramente por encontrarlo aún terco y renuente a todo esto. Y él no se disculpa, ni se preocupa. Hay tiempo, lo sabe. Pues su padre aún debe quedarse y Shuuzou no tiene en mente subirse pronto a un avión. Por ello vuelve los ojos a la ventana, mirando en ella una tarde que todavía no tiene ánimos de apagarse.