Summary
Dicen que nuestros ojos son el espejo del alma... y la verdad tienen razón, con tan solo ver sus ojos una sola vez fue suficiente para ver en ellos el alma más pura y tierna que pudiera conocer, aquella mañana frente al portal de las rosas me enamoré por primera vez de sus ojos, me enamoré de su alma y de su inocencia… me enamoré de ella, de mi Dulce Candy.