Summary
Y realmente el castaño no esperaba nada a cambio. Ni un "tú a mi también" ni palabras conciliadoras como "A ver… cómo te explico que… no" o cosas como esas, pero cinco largos minutos de incómodo silencio, con un frío congela culos y un Heero perpetuamente imperturbable le tenían al borde del colapso nervioso. Tarde se dio cuenta Duo de ese lado cobarde que desconocía en sí mismo