Summary
No entendía por qué estaba allí. ¡Había desobedecido! Pero cuando los ojos negros se cruzaban con los azules, todo perdía sentido para él. El cuerpo se le tensaba, empezaba a sudar, las manos le temblaban y su corazón latía tan rápido que parecía que le iba a explotar. Era el calor, se decía, solo el calor de aquella época del año. "Sigue mintiéndote y tal vez te lo creas".