Summary
Si había algo que Scorpius no esperaba en su primer día en el club de teatro era terminar siendo aplastado por un ángel, pero se volvería a ofrecer como almohadón sin vacilar. Y no, no eran solo los bonitos ojos verdes y los pequeños labios rosados. Scorpius se prendó de su inocencia al sonrojarse y disculparse por su torpeza.