Summary
La oscuridad del bar le dejaba pasar desapercibido y el alcohol le ayudaba a olvidar. ¿Alguien se acordará de mí? pensaba. Un hombre encapuchado se sentó a su lado, Regulus no se quería mover pero identificó la varita colocada sobre la mesa y se giró. Reconoció el cabello rizado, los ojos grises y dejó escapar un leve grito de emoción por la alegría de ver un rostro conocido.