Summary
Había una vez un misántropo enamorado de una liebre prístina, que era amiga de una pelirroja salvaje que peleaba con un Dios azabache, cómplice de una sacerdotisa en manos de Eris, embelesada de un héroe trágico que adoraba a una leona falaz pues en las noches ronroneaba al príncipe de las serpientes.