Summary
Cuando finalmente emergieron los dos tomaron una gran bocanada de aire, estaban agitados, y de nuevo Erik comenzó a forcejar-¡Suéltame!-protesto con su voz ronca, demasiado ansioso. Charles finalmente se aparto, y cuando por fin pudo verlo de frente, contuvo la respiración. Sus ojos intensos se clavaron en los ajenos, y sintió su corazón acelerarse. Ese hombre era su omega.