Summary
Allí, incrustado y grabado en la placa dorada de tamaño mediano que colgaba debajo de ca-da retrato, había un nombre. Un nombre que no se había pronunciado en la Mansión Crow durante años. Un nombre que, en la actualidad, se usaba para mantener a los niños en sus camas y alejados de todas las travesuras. Un nombre perdido, pero no olvidado. —Morrigan Crow.