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Ladrona de almas

  • Un nombre para ti

    Mientras el sol empezaba a ocultarse por el horizonte y la hora de volver a la habitación se acercaba, Judal empezó a despedirse de su traviesa Zuòbi, de sus recuerdos sensuales y sus bromas pesadas, de su poder inimaginable y sus retos divertidos, de sus sonrisas coquetas y sus caricias seductoras… de ella y el tiempo a su lado…