-…a pesar de todo, el sueño debe terminar… Exclamaba la chica del ojo dorado. De la cápsula salió un muchacho peliazul, con un ojo castaño y un parche en el lugar donde debería estar el otro -…Phantom. -¿Tú tienes un deseo, no es así? Estoy aquí para concederlo. -Envíame hacia donde se encuentra mi ojo derecho.