Para Tsukishima, Yamaguchi siempre sería la excepción.
Kenma suele ser un poco malcriado, y puede que Kuroo tenga algo de culpa en eso.
"Porque de eso se trata los nombres. Son especiales, algo personal, son parte de la esencia de la persona y entre ellos, cada quien debía ganarse ese privilegio.¿Pero que pasa entonces, cuando los seis conocen nuevas personas, una en especial, y estas toman confianza sin habérsela ganado antes o sin entender el privilegio que se les otorgaba?"
"Y Yamaguchi piensa distraídamente, que sólo basta alrededor de un minuto y algunos pocos segundos para que la imagen que él tiene de Tsukishima Kei se rompa en pequeños fragmentos;porque a fin de cuentas Tsukishima también es una persona normal de carne y hueso, lleno de dudas, miedos y pesadillas que finge que no ha tenido ni nunca podría llegar a tener"
Haruka sólo podía pensar, que ese par de hermanos eran un peligro para su cocina.
"La risa de Daichi es hermosa y Sugawara sabe con la certeza de quien puede ver el futuro, que podría pasarse la vida entera escuchándola sin nunca llegar aburrirse de ella".
"Su nombre suena tan bien al brotar de sus labios, arrullador y azucarado en su justa medida, como si su voz fuera una anestesia para su devastado sistema, calmándolo e invitándolo a volar un rato entre las nubes."
Kurooxkenma: "necesito de tu ayuda" ¿Qué harías si recibieras este mensaje de un desconocido a tu celular un jueves por la tarde? ¿Serías capaz de ignorarlo o tu curiosidad te incitaría a responder? -"¿Qué es lo que quieres?"- "Recordar quien soy..."- ¿Serías capaz?
Ser padre puede ser difícil, pero ser un padre divino es mucho más complicado. Este fic participa para el reto temático de Agosto "Padres e Hijos" del foro "El monte del Olimpo".
"bajó el cuello de su camisa revelando su cicatriz-¡¿te crees que nosotros pedimos estos! ustedes son los unicos culpables-...- no importa cuanto berrrinches hagan- gruñó roncamente contra su oído- ustedes seguiran perteneciendonos- Akashi delineó con la punta de su lengua la cicatriz que profanaba la piel lisa del cuello y Furihata se esforzó en no gemir"
"¿Y todo por qué? ¿Por qué ese malhumor, esas palabrotas, y esa ejem calentura? Oh, es simple. Por una naranja. Así es. Todo eso por una estúpida y maldita fruta cítrica que, recién ahora, Aomine descubre que puede ser una jodida arma de seducción, provocativa y joder solo Sakurai es capaz de comerla de esa forma tan inocentemente erótica"