¡Por Dios y todas las constelaciones de identidades falsas, Arnold la estaba besando bajo la lluvia! Y ella tenía que atesorar ese instante, así fuera Cecile, o Helga. Porque se lo debía a ambas, porque ambas eran una, y porque ambas tenían una sola cosa en común: amaban a Arnold. ***COMPLETA.***

*Universo alterno*. Él era respetuoso y encantador. Ella, una chica normal, que aún no conocía el verdadero amor. Él, la conocería por casualidad y la haría replantearse todo. Arnold se dedicaba a separar parejas. Ninguna misión o conquista le resultaba imposible. Y Helga, no sería la excepción... / COMPLETA.

Besarla era una cuestión que no admitía demasiado debate o vueltas. Ella había comprado una historia que él no le había vendido, pero de la que eventualmente, se creyó creador y por lo tanto, legitimado. Hacía tiempo que anhelaba tenerla tan cerca de sus labios y cruzar esa maldita línea de lo correcto. Permitirse ser una sola vez en la vida egoísta, solo por ella. /COMPLETA.