Tomoki se pone a repasar lo que eran ella y su hermana antes de la adolescencia, cuando una deprimida Tomoko le hará recordar el por que la soporta aún.
Un día como cualquiera, Zalgo decide construir una mansión en el mundo humano y con su poder llevar a varios creepypastas a ella. La intención es simple, deberán convivir juntos, y lo más importante, no matarse entre ellos.