Se quedó rígida; instintivamente, sus manos fueron a la empuñadura de la daga, en su pecho. Se tiñeron con sangre.

A veces, la familia termina siendo aquellas personas con las que no compartes sangre, pero que están en todo momento, sin importar qué eres, qué tan disfuncional puede ser tu familia, y hasta en los momentos de mayor miedo.

Fueron ellos quienes lucharon hasta el último aliento. Colección de drabbles.

Antes de convertirse en las personas que fueron, antes eran simplemente niños. Colección de drabbles del Reto #51: “Infancias” del foro Hogwarts a través de los años

Se notaba la excitación de ambos y el deseo. Sin romper el beso, Sirius le desabotona la camisa y la tira, sin importarle lo más mínimo donde cae, y pega aún más su cuerpo contra el de Remus; mueve sus caderas, causando que ambos gimieran.

Le había llevado tiempo comprender aquellos cambios de actitud, aquellas miradas y hasta ciertas cosas que nunca le había dado importancia. Hasta ahora.

James estaba más que feliz; sus dos víctimas ya habían caído. Ahora era el momento de que sean sus cómplices. Era momento de pasar a la siguiente fase. —Artics Monkeys dará un concierto en próximo sábado—y el pelinegro apuntó con un dedo a sus dos oyentes—, y tenemos que estar presentes.

La tranquilidad de la noche era rota por la tormenta que se estaba desatando fuera de los muros de la mansión, y fue la causa de que Astoria se despertara abruptamente; una seguidilla de truenos habían retumbado por la habitación.

Había una vez un alma atormentada que vagaba por la tierra, aislado del mundo porque sentía que no merecía la compañía de las personas por su condición.

Pasaron unos minutos en esa misma posición, dándose confort el uno al otro, observando aquella casa que, en su momento, había sido el hogar de una familia y ahora era el fantasma de una.

—Me siento traicionado—bufó el mayor de los tres. —Ya, James—le dio una palmada en el hombro mientras que pasaba junto a él.

Porque no importan las circunstancias, son hermanos. Recopilación de drabbles sobre distintos hermanos.

Los tres adolescentes se sobresaltaron al escuchar una voz proveniente de la puerta; temían que Molly los hubiera escuchado. Pero para su suerte, quien había hablado era Sirius.

Minerva no pudo evitar la imperceptible sonrisa que le adornó el rostro; hacía ya unos cuantos años se había encontrado con una escena muy similar, con la diferencia que ellos dos no estaban bloqueando la entrada al aula. Parece que hay cosas que vienen en los genes y que son más fuertes.

Se suponía que aquella iba a ser la primera cita que James iba a tener con Lily, luego de varios intentos, para ser realistas. Y, además, era la primera salida a Hogsmeade del año (y una de las últimas también). Se suponía que iban a estar solos, así lo había arreglado James y se lo venía repitiendo a sus amigos, por lo menos, tres días antes.

—Black. Una más y eres hombre muerto—siseó Lily en el momento en que su madre volvía a la sala con una bandeja con tazas y una tetera. James se pasó una mano por el cabello, despeinándolo. Sería un milagro si esa tarde no se cometiera un asesinato.

El dueño del local, quien se encontraba detrás del pequeño mostrador, amplió los ojos sorprendido por la entrada de semejantes sujetos, para luego fruncir el ceño cuando Remus se detuvo enfrente de él.

Quería tener una última Navidad con su hermano; pero sabía que era un deseo, una añoranza que no se iba a cumplir

—Sirius, no. Un brillo peligroso apareció en los ojos de Sirius, lo que puso en alerta a Remus; nada podría salir bien.

Unos libros y unas personas aparecen en el Gran Comedor, en dónde están todos años. Esos libros son del pasado y del futuro de Harry Potter, y podrían cambiar el futuro. Se sabrán todas las aventuras que pasaron Harry, Ron y Hermione desde su primer año hasta su quinto, y las aventuras que tendrán. Pasen y lean!