—La maldición Potter haciendo su magia. Remus enarcó una ceja y miró al animago. —¿Aún sigues con eso? —Tengo suficientes pruebas para sostener mi teoría.
Miró hacia el cielo, tratando de retener las lágrimas; Sirius Black no podía quebrarse.
Las piernas le fallaron y cayó frente a la tumba
Colección de drabbles ambientados en la época de Halloween.
Teddy cerró los ojos y se apretó el puente de la nariz. El quería a James Sirius como el hermano que nunca tuvo, así como también a Lily y Albus, pero en aquellos momentos quería que Potter desapareciera de la escena y lo dejara en paz con Vic.
Y Sirius lo supo. Regulus había elegido. Él también había elegido.
Edgar le susurró algo a Alastor que provocó que este cerrara los ojos y soltara un juramento por lo bajo; antes de seguir, Edgar miró en la dirección de Sirius para continuar hablando en murmullos. Lo que Sirius vio en el rostro del auror le sentó como una patada en el estómago, obligándolo a sentarse de golpe en su silla; James y Remus lo miraron preocupados.
Una mano le extendió la botella de whisky de fuego; dudó unos instantes antes de tomarla y dar un trago, otra vez. La comezón no tardó en aparecer mientras que el líquido hacía su camino. Le devolvió la botella a su acompañante y le dio una nueva calada al cigarrillo.
Remus la siguió hasta que la perdió de vista y, dando un suspiro, volvió a la habitación, encontrándose con James, varita en mano, lanzando todos los almohadones de las camas a una puerta cerrada, de donde provenían carcajadas.
—Aún somos amigos, ¿no? Marlene se acomodó el cabello detrás de la oreja. —No lo sé, Sirius.
James suspiró aliviado, estaba a salvo. Por ahora.
—Por… —Las… —Medias… —De Merlín—terminaron los tres—. Definitivamente, Lily nos mata—gimió James.
—Lily—el azabache de ojos castaños la llamó—. No respondiste mi pregunta. —¿Tú quieres repetirlo, Potter? —le sonrió en su dirección y fue ella quien arrastró a Marlene escaleras arriba. "Me volverás loco, Evans. Loco", pensó James mientras que se dejaba caer en el sofá enfrente de la chimenea.
—¡No quiero eso cerca de mi hijo! ¡No a esta edad!—Lily entraba a la estancia, con el ceño fruncido y, claramente, enojada—. ¡No quiero tener que llevarlo a San Mungo a esta edad por algún accidente, causado por esa cosa./
Y ambas personas salieron fuera de la casa, para encontrarse con un paisaje cubierto de nieve. Los manzanos, el cobertizo lleno de las cosas muggles de Arthur, los abetos que había alrededor de la casa, todo estaba cubierto de una capa de nieve, que le daba un toque especial.
—Oh, genial. Lo que faltaba. Mi vida plasmada en libros—se lamentó Percy, sentado debajo del trono de su padre. Unos libros aparecen, misteriosamente, en la sala de tronos del Olimpo, junto a unos semidioses. Ahora tendrán que leerlos y convivir con sus hijos por un tiempo, hasta que hayan finalizado los libros. ¿Qué cosas ocurrirán?
Tres simples olores. Tres simples olores que hacian a James recordarla.
Cuando ya estaba segura entre las cuatro paredes del baño, tomando una profunda respiración, abrió la bolsa negra. Sacando prenda por prenda, su cara iba tornándose más roja por la vergüenza y la rabia. —VAS A MORIR, MARLENE MCKINNON—chilló.
AU No me puedo sacar de la cabeza su cara, la expresión que ella traía en ese momento. Podía llegar a notar el dolor, la decepción y, a pesar de que no quería admitirlo, su corazón roto. Quería ir y golpear al idiota que le había roto su corazón. Pero ese idiota era yo mismo, y eso era lo que más me dolía.
¿Qué pasó en el último año de los Merodeadores? ¿Que hizo que Lily, Alice y Marlene, las mejores amigas, se enamoran de James, Sirius, los dos Merodeadores, y de Frank, amiga de ambos muchachos? ¿Qué pasó en su séptimo y último año?¿Qué cosas vivieron que logró que James y Lily no se odiaran? ¿Cómo fue que,finalmente,Sirius consiguiera a Marlene? Para todos ese año fue inolvidable?