Una misma tarde, un mismo día, en distintos lugares, acataron la verdad. Regulus le dijo un comentario negativo a Severus sobre Remus y se molestó con el menor de los Black. Sirius soltó un juramento en contra de Quejicus y el licántropo no tardó en abandonar la sala común.
Un escalofrío recorrió la espalda de Teddy, que dirigió su mirada al espejo que estaba al fondo de la sala, con una inscripción extraña en la parte superior.
— ¿Ge-Gellert? —Escuchó una voz llamarlo. Y como no reconocerla. Dejó de sonreír y puso un perfil serio, mientras miraba a su alrededor.
—En el hipotético caso de que estuviese enamorado de ti, ¿cómo reaccionarías?
Pecados, errores, mordiscos a la fruta prohibida; venían siendo lo mismo. Seis eran los que conformaban a Natalie Shafiq. Odio, mentira, sadismo, misantropía, avaricia e infidelidad. [1/6]
— ¿Estás hablando ruso o estoy tan borracho? —inquiere Sirius, logrando que una carcajada escapase de los labios del hombre lobo. El pelinegro le da un suave beso en la mejilla y James carcajea.
Molestar a ese Slytherin no le pareció tan atractivo como antes; le parecía más atractivo el Slytherin en sí, en realidad.
—Relájate, Quejicus. No te dolerá tanto si no te pones tan tenso. Seguramente le harás honor a tu apodo. ¿Eh, Quejicus? [CRACK]
El pelinegro —de pelo brillante y con partes azul marino— de ojos verdes —que brillaban como dos esmeraldas al sol a pesar de que llovía afuera— parpadeó, confundido.
La carta de Hogwarts nunca le llegó a Marius.
Notas como sus esperanzas están destrozadas, rotas en pedazos. Decides buscarlas y reconstruirlas.
—James, mira —le llamó la atención con voz cálida, y su amigo miró donde señalaba—. Muérdago.
El joven pelirrojo esbozó una sonrisa y el metamorfomago supo de inmediato que sí que lo sabía.
—Deseo que hubiese otra salida para nosotros, Hugo...—dice.
— ¡Primrose Everdeen! —leyó la mujer proveniente del Capitolio.
Eres el mejor fabricante de varitas de las últimas décadas.
La recompensa por capturar el gato era un beso de algún miembro del consejo estudiantil. Y Suzaku no iba a dejar pasar esa oportunidad. [Suzalulu]
Quizás eran solo recuerdos amargos. Pero era su hogar, al fin y al cabo.
Solo lo hacía porque su chico lo había amenazado con cortar si no tenía las agallas. [Insinuación de Scorbus]
—Lav-Lav y Ro-Ro forman una excelente pareja, sí señor —masculló ella mientras seguía riéndose.