Porque los nombres Cygnus, Sirius, Ginevra y Victoire son muy importantes para la gente que los aman.
‹‹Maté a Hugo››, se dijo a sí misma, a pesar de que no recordaba nada del asesinato. ‹‹Maté a alguien, a un ser humano. Soy una pecadora…››, pensó, y sus ojos se anegaron en lágrimas.
El sombrero había gritado Slytherin en la selección de Fred.
¡Él no era ninguna marimacha!
Las ocho personas más cercanas a Harry Potter —y Draco Malfoy— son entrevistadas sobre sus reacciones sobre la relación de ambos. [AU sin profecía]
El mejor uso para la navaja mágica era, definitivamente, usarla para matar a un Auror molesto.
Angustia. Esperanza. Impaciencia. Miedo. Inseguridad. Cinco cosas que Severus Snape sintió durante toda su vida y te contaré en 155 palabras cada una de ellas. [Severus/Lily unidireccional]
— ¡No! —exclamó Hermione—. ¡No te fíes de él, Harry! Ha ayudado a Black todo el año. ¡Es gay, y menos importante, un hombre lobo! [Parodia]
Ravenclaw contra Gryffindor. James lo amenaza el día anterior por una estupidez, Albus teme perder y Scorpius se entromete en conversaciones familiares.
Extrañaba a Remus y a sus caricias lujuriosas, extrañaba lo que le daba Remus y no a Remus en sí. O eso creía él. [Wolfstar]
Fuera el que fuese, aquel que había escrito esa carta estaba enfermo. Loco. [155w]
Cinco distintos momentos en la relación de Albus y Scorpius.
Anthony quizás nunca había hablado con Daphne, pero sabía que estaba enamorado.
Barty odia desde siempre a su padre, pero que lo niegue frente a todo el Wizengamot solo aumenta su resentimiento.
Fueron muchos momentos en distintas Navidades. Todos, divertidos, y con los demás Merodeadores siempre con alguna relación con los hechos. [1/12]
Atrevido y arrogante; esas dos palabras podían definir a James Potter perfectamente.
Cinco viñetas sobre ellos, con una especie de epílogo. Ambos se quieren. Ambos se aman. Pero James puede ser un idiota muchas, pero muchas veces.
Se forma un trío muy guarro.
Scorpius le explica a su amigo, Albus, que ser Slytherin no es tan malo después de todo.
— ¡Na-nada en especial! —susurra—. Ahora tú, venga. Seguro que no me ganas. Ese hizo mucho ruido, ¿no?