Milo es un fetichista, eso lo sabe bien, algunas de sus obsesiones comenzaron cuando niño, otras... esas otras llegaron para quedarse toda una vida y más allá... o de cómo el escorpión adquirió una profunda y morbosa fijación con algunas partes del cuerpo de sus compañeros de armas.

Están destinados a encontrarse, una y otra vez, en múltiples vidas, en muchas ocasiones. Minos lo recuerda todo, Aiacos no tiene un sólo recuerdo organizado de nada y Radamanthys quiere que recuerde sólo lo que a él conviene. Esta historia fue escrita con la asignación de un villancico navideño, si encuentran algunas líneas extrañas, es por el tipo de reto para el cual fue creado.

En el Santuario, los ocho caballeros restantes se preparan para la guerra, Camus se prepara para ceder su lugar ante un discípulo que considera aún no-apto, sabe que la prueba será mortal y que el tiempo que le queda entre la vida y la guerra es un interludio demasiado breve para despedirse de los hombres que ama.

Las posibilidades son infinitas cuando un juez del inframundo viene a hacerte una propuesta, las posibilidades de que algo salga increíblemente mal para siempre están casi aseguradas. Unity descubrirá la clase de problemas que provoca el hacer tratos con una de las mentes más retorcidas del Hades y Radamanthys se asegurara de conseguir sus fines pase lo que pase.