Y todos hemos amado a alguien alguna vez. Pero no necesariamente hemos sido amados por esa persona... al menos no de la misma forma. Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal.
Incluso el pecado de la Codicia, es vulnerable a aquello que puede sacar a flote, una faceta de nosotros mismos que nunca habíamos siquiera imaginado: el amor. Una historia alterna en la que Ban y Elaine superan la más feroz batalla y logran permanecer juntos hasta el final.