Es Halloween y el colegio Hogwarts de magia y hechicería ofrece su primera fiesta de disfraces. Dudas sobre vestuario, algunas tensiones y un par de mordiscos. Ninguno de ellos ganará el premio al mejor disfraz, pero al menos Harry y Draco tendrán una velada inolvidable... En muchos sentidos.

Harry ama el café, dormir hasta tarde y jugar al quidditch. Se podría decir que lleva una vida tranquila, hasta que cierto rubio irrumpe en su rutina. Muchas referencias muggles, mensajes extravagantes y un par de situaciones crack. Porque el amor está en el aire... Y huele a café.

Octavo año. Hay un nuevo medio de comunicación en el colegio: son los pergaminos encantados. Hechizados en pareja y vendidos por separado. Sirven a toda hora y emiten calor cuando reciben un mensaje. Advertencias: no aptos para menores de 15 años, no son a prueba de fuego y pueden generar adicción. Y bien, ¿quién quiere un nuevo amigo por correspondencia?

Algo está distrayendo a las alumnas de Hogwarts. Cuando el profesor Malfoy decide hacerse cargo del problema, Harry le ayudará sin pensarlo dos veces. Entonces un perturbador mundo se revelará ante ellos. Y todo viene con una pregunta, ¿alguna vez has escuchado sobre el Fanfiction?

"Fui compañero de Draco Malfoy durante seis años en el colegio Hogwarts de magia y hechicería. Todo el mundo sabe eso. Le salvé la vida en la sala de menesteres. Sólo mis amigos saben eso. Pero hay muchas más cosas… que ni siquiera mis amigos saben. Y es en honor a esas cosas que estoy hablando ahora mismo. Por esas cosas que nadie más que Draco y yo sabemos..."

Una fiesta de navidad en Hogwarts revelará una faceta de Draco que ni él mismo conocía. Cuando el Draco ebrio lo meta en problemas, el Draco con resaca ideará un plan para reparar el daño. El Draco sobrio no es muy bueno siguiendo guiones. ¿Y quién lo diría? La debilidad de los tres es el mismo chico de ojos verdes. Si te juntas con leones, aprendes a rugir. ¿O no?