Segunda parte de Reyes de Slytherin. Cuando alguien pensaba en Draco Malfoy lo primero que vendría a su mente sería: arrogancia, astucia, inteligencia y poder. Nadie hubiese investigado más a fondo lo que significaba ser el, como se sentía el vacío en su cuerpo intentando llenarlo a través de insultos, llamando la atención que necesitaba para dejar de sentirse insuficiente.
Sentirse vacío era algo a lo que estaba acostumbrado, las emociones negativas y la falta de confianza en la gente. Draco Malfoy no era alguien que dejaba sentir amor, sin embargo lo había hecho por años inconscientemente. Por lo tanto mirarla le provocaba aversión, no eso no era, porque no podía parar de mirarla. Así que observarla mas que un disgusto era un agasajo, una practica