Morderé, morderé de aquel fruto prohibido al igual que Eva con la serpiente. Saldré fuera del Paraíso para adentrarme en el infierno. ¿Y tú? ¿Un ángel? Solo sois un hombre Leonardo. Debéis doblegaros ante la voluntad de Dios y de Roma. ¡Yo me encargare personalmente!