Tras que Joanna la eche de su casa, Wendy se va sin mirar atrás dolida y buscando un nuevo hogar, antes de conocer a Ronan y enamorarse perdidamente de él por primera vez, abre una pequeña tienda en New Orleans y allí una noche conoce a Charlotte, una pelirroja aun mas loca que ella que terminará siendo su socia, amiga...y su amante.
El infierno es un lugar maldito, malvado y con un olor fuerte a azufre. Pero que pasará cuando Frederick acaba allí con su tía Helena unos minutos antes de que Wendy llegará.