Él es un artemarcialista, adora el arte y vive cada día de su vida entorno a él desde los dos años de edad. Si Ranma Saotome era bueno en algo, era luchando. Lamentablemente no todos los aspectos de su vida se le daban tan bien como las artes marciales, y uno de esos otros aspectos, era la escuela y el arte del estudio.
— Estás desconcentrado — le había dicho Genma durante el entrenamiento. —¿Lo estoy? — pregunta sonriendo, demostrando su confianza en sí mismo. Genma corrige su postura por una de ataque, sonriendo con burla. — A mí no puedes engañarme — habla divertido.