Summary
Y Misao se imaginó cosas no muy buenas. La sonrisa de ese sociópata podía ser todo: sádica, temible, fría, insípida… ¿Pero dulce? Ni hablar. Sólo con imaginarlo le quedaría una cara tipo sádico-pervertido que era la cara más normal de este hombre con complejo de Madara al querer purificar, de una manera sucia claro está, el mundo.