Summary
Esa natilla de chocolate era lo único que Sakaeguchi tenía para comer a la hora del almuerzo. ¡Qué más daba que no fuera aficionado al chocolate! Todo por su hermano quisquilloso y su hermana que se negaba a desperdiciar nada de alimento… por más postre que fuera. No había mucho por decir, aunque sí que estaba demasiado espeso. —¿Puedo probarla? — Bien, bien… era sólo una probada.