Summary
Como psíquica, Tatsumaki sabe que existen muchas formas en las que las emociones de una persona pueden manifestarse. No importa la forma en la que lo hagan, ellos sólo están ahí siguiéndolos por detrás mientras sueltan molestos maullidos y los vigilan con sus grandes ojos felinos. Fubuki y Saitama no pueden verlos, pero Tatsumaki sí.