"—Bienvenida de vuelta, Ginevra —dijo Tom Sorvolo Ryddle." Hay pesadillas de las que es imposible despertar, aunque chilles hasta desgarrarte la garganta o te arañes los párpados intentando abrirte los ojos. Hay pesadillas de las que no puedes despertar porque ya estás despierta.

En 1998, Voldemort descubrió que Harry Potter era su Horrocrux y que, por tanto, no podía matarlo. Decidió dormirlo para siempre con el Filtro de Muertos en Vida, y encerrarlo en una torre a la que nadie pudiera llegar. Así, Harry Potter no lo molestaría y él podría vivir para siempre. Veinticinco años después, el niño que vivió abrió los ojos.

Lord Voldemort muere, Harry Potter vive. Esa es la historia convertida en leyenda. La verdad, sin embargo, es infinitamente más complicada.

Ella brillaba con toda la rabia de Gryffindor y él portaba la astucia de Slytherin. Cuando ella luchaba por la justicia, él nadaba en la oscuridad; cuando él salió de la oscuridad, ella ya no creía en la justicia. Estaban destinados a ser enemigos. Conjunto de drabbles.

Justin sabe que está maldito. Sabe que está podrido y que su maldición difícilmente tiene cura. Sabe que le espera un lugar en el Infierno por hacer esas cosas prohibidas. Y también sabe que quiere ir al colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Para Titanide.

Porque, después de todo, solo vimos el epílogo desde el punto de vista de Harry Potter.

Tal vez su historia podía ser una de esas de amores imposibles que al final no lo eran tanto. Esas de odio que no es odio, y cosas que no son lo que parecen. Dramione. Leve Andrómeda/Ted Tonks.

Theodore Nott adoraba ver sufrir a los demás. Y ella, pequeña, chillona, y violenta, le había dado la oportunidad perfecta. Portada por Sam Wallflower.

Blaise Zabini había decidido reflexionar esa noche. Theodore Nott, subir a la habitación. Y Astoria tenía un plan para los dos. One-Shot. Este fic participa en el reto temático de octubre Casa Slytherin del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".

Ellos no se querían. Al menos, no de la manera eterna e incondicional en la que se supone que una pareja debe quererse. Con mariposas en el estómago, el corazón saltándote en el pecho, y un anhelo que te sube por la garganta y no te deja respirar. Ella estaba enamorada de Draco. Y él, del reflejo que le devolvía todos los días el espejo.

Cuando Rowena Ravenclaw la creó y le concedió el cometido de mantener su torre libre de aquellas personas no lo suficientemente inteligentes, no mencionó el amor que parecían sentir sus brillantes alumnos por la bebida. (O de la aldaba mágica que estaba hasta el moño de lidiar con adolescentes borrachos).

La guerra solo termina para los vencedores. Para Metanfetamina.

Es lo único que se escucha en Azkaban, no importa la hora. El frío te congela el interior pero no te impide oírlos. Los gritos de aquellos que hace no mucho tiempo eran considerados humanos.

Michael Corner podía ser un Ravenclaw repelente y manipulador, y quizá fue por eso que su ruptura con Ginny Weasley tuvo unos motivos ocultos que ella nunca llegó a saber. Unos porqués que nadie quiso ver. One-shot.

Su felicidad era verde y serpentina, como ellos. Llena de odios y rencores, de dificultades, de lágrimas y de sonrisas oscuras. Era una felicidad tan sangrante y rota como ellos. Repleta de heridas que nunca cicatrizarían del todo. Para Glimmer Black.

Estás borracha. Por suerte, yo no lo estoy y puedo contemplarte de una manera que nunca me he molestado en hacerlo. Analizándote. Leve Daphne x Blaise.

Sirius nunca fue un Black como los demás, ergo, no cumplió las normas que hacen a todo Black. Serie de drabbles.

Que baje Merlín y le atienda porque él, Draco Malfoy, acaba de besar a una sangre sucia.

No es que Lily esperara que una cita con Potter fuera normal, pero desde luego, que acabara saliéndose de quicio de esa forma no entraba en sus planes.

A lo largo de la vida se pierden muchas cosas, pero hay algo que es mejor no olvidar, porque te puede acompañar incluso en los peores momentos.