Porque no importaba cuantas veces Pansy insultara o maltratara a Astoria, la menor de las Greengrass no se molestaba o exaltaba, por el simple hecho de que ella tenía algo que la pelinegra no tenía...
La escena del final de Felices 32, Draco Malfoy. Para ponerle cereza al pastel, un último regalo de su esposa no está nada mal, hay que aprovechar hasta el último segundo de ese 5 de Junio, de su cumpleaños.
Draco Maloy cumple treinta dos años el 5 de Junio del 2012 y la verdad, el apuesto rubio no la ha pasado tan mal ese día, al menos lo ha pasado mucho mejor de lo que hubiera llegado a imaginar años atrás. Un cumpleaños idea, de eso no se podía quejar.
Astoria y Blaise son la clase de personas que siempre sonríen, que siempre bromean, que no tienen recato al hablar. Son el descaro y el chiste vueltos materia, pero bajo esa mascara tiene un corazón. Un corazón que solo pertenece a ellos dos. Sí a esos que se auto-proclamaron príncipes de Slytherin y los dejaron a ellos como simples bufones.
Porque a él podrán despreciarlo, odiarlo y marginarlo, incluso su propia familia, pero ha sido bendecido con una nuera hermosa que no se olvida de que pese a todo él es un ingles que justo a las cinco le gusta tomar en té, endulzado con su compañía.
Ella se ofreció y él tomó su palabra, ella era un lienzo en blanco y él un pintor de barroco que con su lengua afilada trazaba lineas rebosantes de veneno y dolor, pintando crudamente lo que había sido una pesadilla de la cual muchos aún no despertaba y quizás no lo harían jamás.
La gente tenía que aprenderse a comportar, pero también tenía que aprender a leer antes juzgar las cosas, no es bueno siempre hacer conclusiones a tan a la ligera.
Solo por ellas, ellos fueron héroes de verde y plata a los que nadie supo apreciar... Solo por Daphne, Pansy y Astoria, ellos pudieron mantenerse de pie en aquella guerra y solo por ellas pueden seguir adelante después de ese triste final con el que les tocó lidiar...
Porque el amor de un padre y una madre no tiene limites y ellos siempre lo iban a cuidar y lo iban a amar. Él lo sabía y se enorgullecía de sus padre como pocos podían, porque aunque ellos no eran héroes de guerra, lo habían amado hasta el final...
Daphne, Pansy, Blaise y Theo le podían decir a Draco una y otra vez que no tocara a Astoria, mientras que él haría oídos sordos, porque sabía que ella no se negaría a él, sabía que aunque los demás se la prohibiera, ella siempre sería suya.
Orgullo y soberbia, que vienen a ser el mismo pecado capital, son las banderas que se levantan en la sala común de Slytherin. Todos lo sabe, pero da igual lo que intenten hacer, Draco y Astoria no quieren ceder.
Una fiesta, varias copas de Whisky de fuego y unas verdades que no se habían dicho antes... No había duda de que un poco de Whisky era más efectivo que el Veritaserum, para confesar el amor...
Para Astoria era demasiado duro y cruel entender que los príncipes no existían, que el mundo estaba lleno de cabrones, salvajes e insensibles, como su marido. Y a decir verdad verdad, le costaba más admitir que las princesas tampoco existían, porque ella no era más que una maldita bruja con complejo de Cenicienta, que pronto se volvería una asesina.
Draco no entendía porque su novia comía tanto, pero por un mal comentario a forma de burla terminó descubriendo algo que no se había llegado a imaginar... Todo por decir que: "Pareciera que tienes un bebé hipogrifo escondido en tu estomago..."
Un día de San Valentín se hicieron novios y una noche de San Valetín decidieron dar un paso más allá en su relación. Sin duda alguna y por más cursi y trillado que fuera, el catorce de febrero era una fecha memorable para Draco y Astoria.
Solo siendo madre podía entender y comprender lo que significaba ser madre. Solo siendo madre podía asegurar, sin temor a equivocarse, que nada, absolutamente nada era más maravilloso que ser madre. Nada se podía comprar con ser madre.
Porque Lily jamás pensó que eso le pudiera pasar a ella... porque ella ya estaba enamorada de alguien más que le correspondía, pero aún así llegó a dudar de lo que ella misma sentía. Aunque al final de cuentas no pasó nada porque él era como su hermano
Quizás estaba siendo muy atrevida, más de lo normal, pero es que sentía que aquella era su última oportunidad para confezarle su amor... El rubio la miró de reojo mientras tomaba Whisky, quizás y solo quizás, si se podía llegar a tener un nuevo comienzo.
Porque ella era la señora Malfoy, la que tenía a esos dos apuestos rubios de ojos grises rendidos a sus pies. Muchas podían llegar a matar por su lugar, pero nadie más que ella lo podría llegar a ocupar.
Porque Lily puede ocultarle cosas a todo el mundo, pero a Albus no se le escapaba nada, ella no puede engañar a su hermano por más que quiera.