Si algo aprendieron los Potter en el año que han dejado atrás es que la perfección no existe, que nada es tan genial como parece y que la vida no nos da lo que buscamos, pero sí lo que merecemos. Ahora, como la familia que siempre tuvieron que ser, deberán encontrar la manera de salir adelante y de enfrentarse a un futuro que los aterra y a un pasado que siempre les hará sombra.

Llegó un día sin avisar. No la buscaron, no fue un error, fue todo lo que no sabían que necesitaban, eso que terminaron queriendo más que a sus propias vidas. Desde el primer momento su existencia estuvo rodeada de caos, de incertidumbre, pero lo dieron todo por un mundo donde pudieran verla sonreír, junto a ellos. Siempre junto a ellos. Viñetas sin orden específico.

AU. Al príncipe lo atrapó el rojo, a la princesa la atrapó el gris. A ella le gustaba que la hiciera reír, a él le gustaba que lo hiciera enfadar. El príncipe quería cambiar el mundo, la princesa quería vestirlo. A ella le gustaban los niños, a él le gustaba vivir. Eran de mundos diferentes pero encontraron la manera de encajar, de vivir un cuento moderno tan viejo como el tiempo.

Se volvieron a mirar a los ojos por un segundo, se dijeron millones de cosas y se hicieron muchas promesas… Que nunca pudieron cumplir.

Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad. (Drabbles sin relación)

Por un momento, Sirius juró que al abrir los ojos estaría de nuevo en Grimmauld Place, en el piso del salón que tanto aborrecía, con la varita de su madre esperándolo, lista para el próximo ataque. Pero entonces los abrió y aunque el dolor no remitió y siguió estando desorientado, mirarla lo hizo saber que, sin importar nada, estaba a salvo. Porque ella estaba ahí.

UA. La vida de Lily Evans es perfecta. La vida de James Potter es genial. La vida de Harry Potter no es genial ni perfecta, ha pasado sus 13 años entre hogares de acogida y orfanatos. Unas semanas antes de su cumpleaños Harry decide emanciparse de la tutela del Ministerio de Magia pero para esto necesitara el permiso de sus padres biológicos a los que nunca conoció.

Pero incluso en sus momentos más oscuros y tristes, Hannah se obligaría a sentir esperanza, a recordarse que las cosas buenas sí ocurrían, que no todo el mundo vivía como ella, que había felicidad en el mundo aunque ella no la conociera.

— Nunca voy a entender por que la gente se casa. —En el caso de James y Lily, para dejar su cursilería en evidencia frente al mundo. —Adivinó Sirius, con una enorme sonrisa divertida. —Solo porque son ellos puedo entenderlo. —Admitió Mar, también sonriendo— Aunque no le quita que sea una tontería. — ¿Qué te puedo decir? La gente enamorada hace cosas estúpidas. —Sí, totalmente.

Tal vez no podía ser la mamá que ese bebé se merecía y tal vez no podía estar con él pero había algo que sí podía hacer. Podía luchar, podía unirse a esa guerra y tratar de ganarla. Podía tratar de hacer del mundo un lugar mejor para ese pequeño que nunca volvería a ver pero que le acababa de dar una razón para seguir con su vida.