"No sé cuándo, ni dónde, pero te juro que será".
Hugo no puede creérselo. ¡Rose tiene novio! Y encima, no es un chico cualquiera; su hermana está saliendo probablemente con la persona más chiflada de todo Hogwarts. Y eso él no piensa consentirlo.
Andrómeda siempre ha tenido muchas dudas. Es alguien que se plantea muchos interrogantes, más de los recomendables. Pero si hay algo que tiene bien claro es que no está de acuerdo con la decisión de sus padres de casarla en un futuro con Rabastan Lestrange.
Cuando hay que pasar un mal trago, lo mejor es pasarlo cuanto antes; porque, cuanto antes se toca fondo, antes se vuelve a ganar altura. Zach, sin embargo, teme algo que sabe que va a ocurrir y preferiría cualquier cosa antes que enfrentarse a lo que, en el fondo, sabe.
Después de que Sirius haya roto la tradición familiar, Regulus está en una encrucijada: ¿Gryffindor o Slytherin? ¿Acompañar a su hermano o no decepcionar a sus padres?
A Ignatius le gusta mirarla y a Lucretia le gustaría que dejase de hacerlo. Ella detesta a los muggles y él planea unirse a un grupo de resistencia contra Grindewald. Definitivamente, nada podría funcionar entre ellos. O eso parece a simple vista.
Louis no sabe en qué momento se enamoró de Noah; puede que nunca lo hiciera, puede que siempre hubiera estado ahí. Tampoco sabe cuándo terminará ese sentimiento. Y espera que no se acabe nunca.
Fabian Prewett es, ante todo, un hombre de palabra. Y ha perdido una apuesta con su hermano y va a pagar las consecuencias... aunque eso implique beberse la chapuza de poción por la que Emmeline ha echado a perder su futuro como pocionista.
Emmeline lleva un año y medio sin hablar con Fabian. Al menos, sin hablar largo y tendido con él. Y ahora, por fin, han vuelto a verse, y no son sólo mariposas lo que su reencuentro va a revolucionar...
Pocas cosas han afectado tanto a los Nott como las palabras del sanador que atendió a su hija cuando su gripe se complicó. Pero ahora que lo saben, tienen que tomar medidas al respecto.
Phineas nunca fue como su hermano Sirius. Él no aceptaba las cosas sin cuestionarlas, sin preguntar el porqué las veces suficientes para dar con el motivo de las cosas. Era diferente. Preguntón. Abierto. Miedoso. Y, cuando se dio cuenta, se convirtió una mancha en el tapiz de la familia.
Orion no sabía por qué estaba escribiendo esa carta. Quizá para aclarar sus pensamientos. Quizá fuesen simplemente los delirios de un moribundo. Quizá albergaba la esperanza de que, de algún modo, Sirius supiera lo que nunca le había dicho.
Phineas no esperaba volver a ver a Liora. Liora no esperaba volver a ver a Phineas. Pero lo han hecho, y ahora ambos tienen un miedo atroz a lo mismo, a algo inconfesable.
Ron no da saltos de alegría cuando recibe su carta de Hogwarts. Después de todo, no es nada nuevo.
Este curso no está siendo fácil para Minerva. Tiene que proteger a los alumnos y disimular lo mucho que odia a los Carrow, y le está resultando ciertamente complicado. Para Crislu.
Hubo un tiempo en que a Ariana le gustaba la magia. Pero eso era antes de que la magia la abandonase cuando más la necesitaba. Ahora la teme y la odia.
Lo que más duele es saber que, a pesar de que la llames hasta quedarte dormido, no acudirá.
Tracey no sabe por qué ha aceptado salir con Adrian; sabe que es idiota, pero, contra todo pronóstico, le gusta
Estás seguro de que has hecho lo correcto; ha sido él quien se ha equivocado. Entonces, ¿por qué te sientes tan mal?
Los caracoles llevan la casa a cuestas. Scorpius Malfoy no es un caracol, pero siempre tiene muy presente cuál es su hogar.